Las 10 cosas que hacer en tu viaje a Bratislava
En lo que se refiere a capitales europeas, Bratislava es una de las ciudades más estratégicas de todas. Ubicada a tan solo 60 kilómetros de Viena, colinda también con la frontera de Hungría y esta cimentada justo a las orillas del río Danubio. Fue fundada en el año 907 y es una ciudadela medieval de increíble belleza. Con sus edificios antiguos que dominan todo el valle y sus techos rojos que llenan de colorido las vistas altas de la ciudad.
En ella se reúne hasta la más pequeña tradición eslovaca. Ofreciendo numerosas de actividades culturales, festivales de época, restaurantes, bares, museos y calles adoquinadas. Su gente vive sonriente en la paz de la ciudad y sus noches son frescas y divertidas, pues posee una gran cantidad de clubes nocturnos. Su gastronomía es muy destacada en el mundo ya que probarás muchos platos dulces y salados inspirados en productos lácteos y cárnicos.
Si has pensado en visitar Bratislava, descubre estos 10 lugares que no puedes dejar de conocer en la ciudad.
Estas son las 10 cosas que no puedes perderte de esta ciudad
Subir a la torre del viejo ayuntamiento
La primera parada en Bratislava siempre debe ser el lugar más alto del casco antiguo, donde podrás visualizar desde una hermosa torre toda la belleza y actividad de la ciudad. El viejo ayuntamiento se compone diversos edificios que albergan el Museo de la Ciudad de Bratislava que presenta diversas colecciones históricas y dispositivos de tortura. Pero lo más importante del ayuntamiento es la torre, construida en el año 1370 y que ofrece una vista de 360º sobre todo el centro antiguo de Bratislava y sus alrededores. Subir a la torre es ideal para decidir hacia donde continuarás tu recorrido.
Perderte en la parte antigua de Bratislava
Fue la primera zona moderna del país y se compone de muchas edificaciones arquitectónicas del siglo XIV, palacios, iglesias y monumentos. Puedes iniciar tu paseo desde la Catedral de San Martín y recorrer las calles empedradas de centro histórico, donde encontrarás cientos de callejuelas que te harán sentir en un laberinto. Al andar, te toparás con muchos bares y restaurantes que parecen sacados de una posta. Además, todos los edificios de la zona conservan su aire clásico y belleza de antaño que te harán sentir como un local más. Podrás pasar un día entero en la ciudad vieja y no te darías ni cuenta.
Sesión fotográfica con las esculturas de la ciudad
Para hacer más amena tu visita a Bratislava, podrás hacer la ruta de las esculturas urbanas. Un conjunto de estatuas de metal dispersas a lo largo de la ciudad y que muestran episodios curiosos en rostros de personas normales. Esculturas como la de Cumil, un obrero que sobresale de una falsa alcantarilla; Ignaz, un caballero que saluda a las damas con sombrero de copa en mano; El Paparazzi, un fotógrafo que acosa a todos los transeúntes con su cámara; el Guardia de la Ciudad, debajo de su caseta de observación y el poeta Hans Christian Andersen, con una altura de casi 3 metros. Estas estatuas serán tus compañeros de fotografía ideales.
Subir al castillo de Bratislava
El castillo mejor conservado de Eslovaquia es el Castillo de Bratislava, que data del año 907 y ha sido reformado muchas veces a lo largo de la historia. Para conocerlo, deberás cruzar la ciudad por completo, hasta llegar a la calle Vodný Vrch. Como fue la fortaleza principal de la ciudad, se construyó sobre la colina más alta y céntrica de todas. Desde ahí podrás ver cada rincón de Bratislava, el maravilloso atardecer del río Danubio y en el horizonte, las tierras de Austria y Hungría. Dentro del castillo, podrás visitar el Museo Histórico y el Museo Nacional Eslovaco, donde escucharás grandes historias sobre el pasado de Bratislava y el país.
Cruzar el Puente y la Puerta de San Miguel
Al llegar a Bratislava, la primera vista que tendrás es la del río Danubio. Podrás cruzarlo en transporte o incluso caminando a través de los puentes con zona peatonal que te llevarán justo al centro de la ciudad. Aquí encontrarás la gran Puerta de San Miguel, la entrada a la ciudad vieja de Bratislava y el Kilómetro cero del páis. Justo al pasar por la estrecha puerta, encontrarás el puente elevado que lleva el mismo nombre y está franqueado por dos estatuas clásicas. El puente se asemeja a una pequeña plaza y desde allí se puede avistar la gran Torre del Reloj.
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Conocer la Iglesia azul de Santa Isabel
Aunque está un poco alejada del centro, vale la pena el camino para recorrerla. La iglesia azul es una edificación religiosa construida a inicios del siglo XX en honor a Santa Isabel. Fue una princesa húngara del siglo XII que, al quedarse viuda desde joven, usó sus posesiones para construir hospitales y ayudar a los necesitados. La arquitectura de la iglesia está completamente influenciada por la dulzura de la princesa y su interior está adornado con colores blancos, dorados y pasteles. Es una reliquia de la ciudad y desde su campanario, se puede observar el sector entero.
Hacer la ruta de la coronación
En 1536 se eligió a Bratislava como capital del Imperio Húngaro y sus calles presenciaron un desfile impresionante al momento de celebrar este hecho. La ruta de la coronación, es el recorrido que hicieron los once reyes imperiales y que es recreado cada año a finales de junio con un desfile de época en el Festival de la Coronación. El inicio del recorrido es el Castillo de Bratislava, descendiendo por las calles adoquinadas hasta la catedral de San Martín y alrededor de todo el casco antiguo. El desfile tiene lugar el día sábado y el festival se prolonga durante todo el fin de semana. Incluso fuera de la fecha, se puede hacer el recorrido en un día y visitar los sitios históricos de este magno evento. Para ello, podrás ayudarte de los pequeños círculos dorados, con dibujos de coronas que encontrarás distribuidos en el suelo por todo el casco histórico y marcan el camino partiendo desde la catedral.
Probar el famoso Halusky
De todos los platos típicos que probarás en Bratislava, el mejor y más popular de todos es el Halusky. Es un plato hecho con patata rallada que, unida a una mezcla de harina y huevos, forman una especie de pasta que se cubre con queso y trozos de tocino o bacon. Es uno de los platos más deliciosos del país y puedes acompañarlo de zincica; una bebida láctea ácida similar a un suero y hecha a base de leche de oveja. Además del halusky, otros platos deliciosos que encontrarás son la Kapustnica, una sopa hecha con coles y el Zemlova, un panecillo horneado con leche, queso y frutas.
Encuentra los restos de la muralla de la ciudad
En diversas zonas de la ciudad, encontrarás trozos de la muralla medieval que protegían a la población de ataques bélicos en el pasado. La muralla fue derribada casi por completo para hacer construcciones modernas, pero aún se conservan restos desperdigados en toda su extensión y adaptados a la infraestructura de la ciudad. En tu recorrido podrás observar muchas paredes de roca alta, con casetas de vigilancia antiguas, torrecillas y pasajes ocultos.
Escaparse al castillo de Devin
Saliendo un poco de la zona metropolitana, podrás acceder a las ruinas del Castillo de Devin. Una fortaleza construida en el siglo VIII para proteger la frontera occidental del antiguo reino húngaro y que fue destruido por las legiones napoleónicas en 1809. Posee una vista majestuosa del encuentro entre el Danubio y el río Morava; con un recinto grande, jardines y los restos en pie de la iglesia. Es perfecto para tomar fotografías inspiradas en la era medieval y para pasar un rato agradable. No te pierdas uno de los castillos más bonitos de Eslovaquia.
Estos son los 10 que no puedes perderte de Bratislava, ¿quieres visitarla? Contáctanos aquí o en las redes sociales y estaremos encantados de ayudarte.
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