LJUBLJANA

Ljubljana, Liubliana o la Venecia de los Balcanes, es la capital de Eslovenia. Una ciudad pequeña y coqueta que tiene que estar en tu lista de ciudades por visitar. El hecho de poder visitar la ciudad en un día, si estás organizado para hacerlo, la hace más encantadora.

En el 2016 fue galardonada con el Premio Capital Verde Europea y cuando visites Eslovenia podrás comprender por qué. Todo es naturaleza y un cuidado de la misma que es excepcional, por lo que su capital no iba a ser la excepción. Además, Ljubljana no tiene ninguna atracción turística famosa sino pequeñas atracciones, que hacen que sea más encantadora y más natural que las ciudades a los que los viajeros están acostumbrados.

Ir al mercado local como un local

En Ljubljana organizan, dependiendo del día, un tipo de mercados u otros. El mercado principal con los productos de la zona abre todos los días de la semana menos los domingos, por lo que podrás disfrutar cómo un local más. Pero los mejores días para visitar el mercado son los sábados. Al lado del Mercado y al aire libre, realizan un mini mercado de comida recién hecha que es una delicia para nuestros paladares. No podemos dejar de recomendarte que pruebes todo lo que puedas. Dependiendo de la fecha, también realizan diversos mercados cerca del principal, que pueden ser mercados de arte, música o artículos de segunda mano, pero si en tu visita coincides con esas fechas, es suerte.

Sentir el ritmo de Metelkova

Lo que era un cuartel del ejército de Yugoslavia, es ahora Metelkova. Una zona cultural autónoma, una ciudad dentro de la ciudad, a unos minutos a pie del centro de la ciudad de Ljubljana. Lo que hace este lugar encantador es su propia vibración, paredes cubiertas por arte callejero urbano y edificios extraños con ventanas y barrotes. Es peculiar, ya que es un lugar para todos. Es donde los artistas, diseñadores, punks, hippies, ilegales y estudiantes pueden pasar juntos el rato. El ambiente creativo, crea un ambiente relajado donde a nadie le importa cómo te ves o de dónde eres. De día es tranquilo y visualmente fascinante, pero cuando el sol se pone es cuando Metelkova cobra vida y ofrece lo mejor de la ciudad. Este rincón es el lugar perfecto de cualquier viajero que ama la cultura y el estilo de vida alternativo.

Recorrer el centro histórico

Pocos barrios urbanos seducen a los viajeros con la misma energía que el centro histórico de Ljubljana. En el momento en que pongas un pie en el centro histórico, estarás enganchado. Por lo que date un paseo por las calles ordenadas, los callejones estrechos y a lo largo del río Ljubljanica, un río con un pasado histórico, que oculta en sus profundidades artefactos de los romanos y celtas. La mejor manera de experimentar el centro histórico de Ljubljana es caminar, sin planes y sin esperar nada.

Explorar las ruinas romanas

Hace 2000 años, existía un asentamiento romano llamado Emona, donde hoy en día se haya Ljubljana. Este antiguo asentamiento romano dejó su marca en forma de ruinas, que están conservadas y ubicadas en el plano original del asentamiento de 435 m por 523 m. Hoy en día, la ciudad dispone de un recorrido Romano con el que podrás descubrir el misterioso patrimonio de la antigua ciudad, pasando por 10 sitios importantes ubicados en el centro de la ciudad moderna. También, para celebrar el épico hecho del asentamiento, la ciudad de Ljubljana organiza en el mes de agosto un programa de eventos y exposiciones a través de la ciudad en forma de agradecimiento por las ruinas dejadas.

Comer en un restaurante de época

Antiguas posadas de época siguen siendo restaurantes en la actual ciudad de Ljubljana, no son muchos los restaurantes que quedan, pero hay que encontrarlos para tu sorpresa. Tendrá más encanto y te parecerá que la comida tiene más sabor. Si te encuentras con un restaurante de época, es el lugar para probar lo mejor de los platos locales. Si no sabes qué pedir, te recomendamos probar ćevapčići con la salsa de ajvar y como postre prekmurska gibanica.

Ver la ciudad desde lo más alto

Desde la terraza de un increíble edificio construido entre las dos guerras mundiales, se ofrece una de las vistas más hermosas de Ljubljana y que se abren en todas direcciones, en 360 grados. Esa terraza se encuentra en la cafetería de Nebotičnik, donde podrás tomarte un café o incluso comer algo a un bajo precio, disfrutando de unas vistas únicas de la ciudad.

Echarte la siesta en el Parque Tívoli

El Parque Tivoli es probablemente uno de los parques más hermosos de Europa. Este parque conectado con el centro de la ciudad ofrece muchas actividades en verano y también en invierno. No hay que dudar en dar un paseo por el parque, admirar la naturaleza y disfrutar del momento. En el camino, no te sorprendas si alguna ardilla se cruza en tu camino, están casi domesticadas. Además de dar un paseo, es perfecto para realizar un picnic o simplemente echarse una siesta por la tarde. Si te sientes apasionado por las artes, dentro del parque se encuentra el Centro Internacional de Artes Gráficas de Eslovenia, donde organizan exposiciones para que las disfrutes.

Subir la colina del castillo de Ljubljana

El castillo de Ljubljana se encuentra en la cima de una colina situada en el centro de la ciudad. En este castillo nunca hubo ningún rey que viviera allí, pero si presos porque era una cárcel. No hay mucho que hacer, pero tiene una de las mejores vistas de la ciudad, por lo que no dudes en pasar un rato desde este punto. Para subir hasta el castillo puedes usar el funicular o hacerlo a pie, que no llevará más de 10 o 15 minutos. Una vez arriba, podrás entrar en el castillo gratis y si quieres subir a la torre para ver la ciudad desde el punto más alto del castillo, deberás pagar una entrada simbólica. Una vez allí, también podrás ver desde la distancia al río Sava y los Alpes Kamnik.

Cruzar el puente de los dragones y de Šuštarski

Ljubljana es la pequeña Venecia de los Balcanes y es por la cantidad de puentes que tiene por el centro de la ciudad. El Puente de los dragones y el Puente de Šuštarski son los típicos de la ciudad. No puedes irte sin verlos y menos sin cruzarlos. El dragón es el símbolo de la ciudad y la leyenda cuenta que el héroe griego Jasón y los Argonautas, sus compañeros, descubrieron Ljubljana. Los argonautas se detuvieron en un gran lago cerca de la ciudad actual para desmontar su bote y transportarlo por tierra, cuando se encontraron con un dragón. Los argonautas derrotaron al dragón y este se escondió en la montaña, donde se encuentra el castillo de la ciudad. Este símbolo está tan marcado que está hasta en la cerveza que se elabora en la ciudad, llamada Union y que debes probar.

Contemplar la vida en la Plaza de Preseren

La Plaza de Preseren es la famosa plaza que sale en todas las fotos de Ljubljana con la iglesia rosa, una iglesia católica regida por los franciscanos. Esta plaza tiene un propósito y es agradecer al poeta nacional, France Prešeren, su legado. Junto a Prešeren encontrarás a su musa desnuda de la cintura para arriba. Si te lo preguntas, nadie sabe por qué está así o por qué fue puesta frente a una iglesia católica. Hay muchas historias que cuentan que los sacerdotes la cubrían por las noches, hasta que la ciudad finalmente plantó árboles para tapar la vista. Este rincón, es el epicentro de la ciudad, donde podrás ver la vida local a su paso por el famoso triple puente.