Las 10+1 cosas que hacer en tu viaje a Marsella
Marsella es una ciudad portuaria del sur de Francia y una ciudad estratégica en Europa. La que empezó por marineros griegos alrededor del año 600 a. C., después capturada por los romanos en el año 49 a. C. y revivida por los Condes de Provenza en el siglo X, es la segunda ciudad más grande de Francia.
Cuenta con uno de los puertos más importantes del Mar Mediterráneo y en él, siglos y siglos, han visto como los pescadores llevan las capturas del mar a la mesa de restaurantes y bares cercanos. La gastronomía es tan importante como el puerto y en el estilo de vida de Marsella, se pueden encontrar todo tipo de locales para saborearla. Sabores no solo de Francia, sino diversos del Caribe, África e Italia están en los platos marselleses.
Además de su gastronomía y diversidad, Marsella cuenta con paisajes y playas que son increíbles. Las temperaturas y la velocidad de los vientos varían según la zona, por lo que tendrás que escoger a dónde vas según lo que quieras hacer en tu viaje a Marsella. Los visitantes de Marsella dicen que algunas zonas pueden ser peligrosas o descuidadas, pero si les da la oportunidad te sorprenderás por la vida, belleza, historia y secretos que guarda.
Estas son las 10+1 cosas que no puedes perderte de esta ciudad
Empezar en el “Vieux Port”
El corazón de Marsella a través de los siglos es el Puerto Viejo, en francés el “Vieux Port”. Es donde verás el contraste de los barcos de pesca más pequeños, modestos y viejos con las embarcaciones, grandes, modernas y lujosas. El contraste en el Puerto Viejo cambia según la hora del día. Durante la mañana el ambiente es mediterráneo y calmado lleno de pescadores que trabajan, mientras que durante la tarde se transforma a alegre y escandaloso lleno de jóvenes.
Subir hasta la Basílica de Notre-Dame de la Garde
La Basílica de Notre Dame de la Garde es el emblema de Marsella, venerado por los Marselleses. Tiene extraordinarias vistas de Marsella, junto con arquitectura y estatuas también extraordinarias, que hacen que millones de personas devotas y no devotas la visiten cada año. Todo empezó en 1214 cuando un sacerdote de Marsella construyó una capilla para la Virgen María. Los marineros de Marsella que sobrevivían a los naufragios la veían en la cima de la colina y la hicieron su lugar para orar. Siglo tras siglo, se expandió para recibir a los peregrinos. En 1869 se erigió una estatua de la Virgen María que está hecha de bronce y es de 10 metros de altura y 10.000 kilogramos de peso. Para subir hasta Notre Dame de la Garde, puedes coger el autobús o caminar durante media hora para llegar a la cima, que está a 149 metros sobre el nivel del mar. Si deseas caminar recuerda que es una subida, que estarás expuesto al sol y que necesitarás estar preparado con la vestimenta y la hidratación adecuadas.
Disfrutar del Parque Nacional de Les Calanques
A pocos minutos de Marsella está el Parque Nacional de Les Calanques, un parque hermoso en el sur de Francia y Europa que te encantará. Les Calanques son una serie de calas de piedra caliza, dolomita y otros estratos de carbonato que están en la costa mediterránea de Marsella. Caminarás por la naturaleza y te sumergirás en las aguas cristalinas y querrás quedarte un día, un mes o toda la vida. Tendrás que tener tu propia agua y comida para la caminata y el baño mientras estés en el parque, también no te olvides recoger las sobras para no contaminar el lugar. Algunos días de verano está cerrado por el viento y si no lo sabias antes de ir, puedes pasear por el pueblo costero de Cassis que también te encantará.
Perderte en la parte antigua de la ciudad “Le Panier”
La parte antigua de una ciudad siempre es digna de visitar, pero la de Marsella es “Le Panier”. Decenas de calles y calles empinadas, que suben por la colina como escaleras, hacen una parte especial de la ciudad. Sus edificios sobrevivieron a la Segunda Guerra Mundial y se llenaron no sólo de franceses, sino también de argelinos y vietnamitas. Le Panier tiene la Place de Lenche, el Linciu y la plaza de Loreto como lugares de interés, pero en sus restaurantes y cafeterías encontrarás algún plan que te interese. Cerca de Le Panier está el Museo de las Civilizaciones de Europa y del Mediterráneo, que se compone de dos edificios modernistas que tienen galerías y exposiciones y también los edificios revitalizados del Fort Saint-Jean, que unen lo nuevo y lo viejo de Marsella.
Admirar el arte urbano de Cours Julien
Cours Julien está cerca del Teatro de los Bernardinos y de la Plaza Jean Jaurés. Es una calle para sumergirse en el arte y la cultura urbana. Cada centímetro y metro de Cours Julien en Marsella es una obra de arte. Todas las paredes, las cafeterías y los demás locales están relacionados a la creatividad. Es el hogar de algunos de los restaurantes y bares más famosos del mundo, de la comunidad artística de Marsella, de mercados locales, de música en vivo y de un ambiente urbano que te enamorará. Es la parte más joven y fresca de Marsella. Si bajas por las escaleras de Cours Julien te llevarás una sorpresa y nos lo agradecerás después.
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Navegar por las islas de Marsella
A 20 minutos en barco está la Isla de If, en la que está el Castillo de If en el que se ambienta El Conde de Montecristo de Alexandre Dumas. El Castillo fue construido por Francisco I de Francia como una fortificación y después se convirtió en una prisión, de las más conocidas de Europa. Fue el último lugar que vieron los enemigos de la corona desde 1580 hasta 1871. La Isla de If tiene exquisitas vistas de la ciudad de Marsella. En el Puerto Viejo puedes encontrar embarcaciones que te lleven sólo a la Isla de If o a navegar por las demás islas del Archipiélago de Frioul, que son Pomègues, Ratonneau y Tiboulen.
Jugar a la petanca y tomar un vasito de pastís
La petanca es el juego de Marsella, para niños, jóvenes, adultos y adultos mayores. Es un juego divertido en el que se combina el equipo con la competitividad. En todo el sur de Francia es el juego para cualquier día y hora. Todo lo que tendrás que hacer es lanzar una bola cerca de otra. Puedes jugar con los locales por diversión o en una competencia, pero siempre con un vasito de pastís. El pastís es anís y si está muy fuerte, puedes diluirlo con agua o hielo. Algunos lo toman con jarabe de menta, jarabe de granadina o jarabe de fresa, para que esté más diluido y sea más refrescante.
No dejarte engañar por la famosa Bouillabaisse
La Bullabesa o Bouillabaisse es la sopa de pescado que los locales y algunos viajeros te dirán que tienes degustar si estás en Marsella. Esta sopa tiene pescados como gobio, pataclé, la cola de congrio, morena, salmonetes, cangrejos, cigalas de mar y rape. En nuestra experiencia y la de nuestros viajeros, es mejor que degustes pescados con patatas y vegetales según lo que quieras comer y dónde quieras hacerlo. Los restaurantes que sirven la Bullabesa lo hacen a un precio elevado y su sabor no es tan extraordinario para que lo valga. En Marsella hay variedad de delicias a precios más bajos y con más sabor que sí lo valen.
Pasear por el Parque de Borély
El Parque Borély es el parque más famoso de Marsella, cerca de las playas del Prado y la Corniche. Es un lugar de descanso perfecto para una ciudad tan agotadora y caótica como lo es Marsella, tanto para pasear como para hacer un picnic si no quieres hacerlo en la playa. Lo que hace que el Parque Borély sea especial son el gran jardín inglés, el jardín francés, el jardín de rosas y el famoso jardín botánico. El jardín botánico del Parque Borély está dividido en secciones para un jardín chino tradicional, un jardín japonés y un jardín repleto de plantas medicinales. En el corazón del parque se alza el Castillo Borély. Todos estos jardines y el castillo se quedarán en tu corazón y si la naturaleza es lo tuyo, será el lugar favorito de tu viaje a Marsella.
Ir al mercado de Noailles
El Mercado de Noailles está abarrotado desde que abre hasta que cierra. Tanto los vendedores como los compradores se mezclan entre sus calles estrechas, que están al lado del Puerto Viejo. Noailles es el estilo de vida de los locales y si te mezclas con ellos, tu experiencia en Marsella estará completa. Al entrar, tendrás una sobrecarga sensorial. La vista, el oído, el olfato y el gusto se te despertarán para encontrar y comprar delicias de Marsella y otros lugares del mundo para tu cuerpo. En la tarde, cuando tus sentidos vuelvan a ser como antes, el mercado vende artículos de segunda mano. Ropa, accesorios, libros, artículos de colección y más para tu mente.
Visitar la cascada de Aygalades
Si estás el primer domingo del mes en Marsella, tienes que ver la cascada de Aygalades. En el siglo XIX, era el lugar donde la burguesía que quería refrescarse lejos del centro de la ciudad lo hacía. La cascada era propiedad del Château des Aygalades, que se demolió en 1940 por la construcción de la autopista y la autopista se apropió de la cascada. En la actualidad, una asociación de Marsella revivió el lugar para refrescarse y se puede ver.
Estos son los 10+1 que no puedes perderte de Marsella, ¿quieres visitarla? Contáctanos aquí o en las redes sociales y estaremos encantados de ayudarte.
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